Low Code se ha convertido en una respuesta clave a la creciente necesidad de personalización en el entorno de las aplicaciones empresariales. A medida que las organizaciones buscan soluciones más adaptadas a sus procesos específicos, la demanda de desarrolladores cualificados capaces de trabajar con múltiples lenguajes y plataformas no ha dejado de aumentar. Esta complejidad ha supuesto un reto, especialmente para empresas que no cuentan con amplios equipos técnicos. En este contexto, las plataformas low code ofrecen una alternativa eficaz: permiten crear aplicaciones personalizadas de forma más ágil y accesible, reduciendo la dependencia del desarrollo tradicional. Herramientas como Microsoft Power Apps democratizan el desarrollo, facilitando que perfiles menos técnicos también puedan aportar valor en la creación de soluciones. Así, el low code se presenta como una vía estratégica para innovar sin renunciar a la escalabilidad ni a la seguridad en entornos corporativos.
El desarrollo Low Code es una metodología que permite crear aplicaciones empresariales utilizando interfaces visuales y componentes predefinidos, reduciendo considerablemente la necesidad de escribir código de forma manual. Esta aproximación facilita el diseño, la construcción y el despliegue de soluciones digitales en menos tiempo, y con menor dependencia de perfiles técnicos avanzados. En paralelo, el enfoque No Code permite a usuarios sin conocimientos en programación construir aplicaciones completas mediante herramientas totalmente visuales e intuitivas.
Ambos modelos están transformando la forma en que las empresas abordan la innovación tecnológica. Plataformas como Microsoft Power Apps ofrecen entornos de desarrollo low code/no code que aceleran la digitalización de procesos, permiten la rápida adaptación a nuevas necesidades del negocio y promueven una mayor autonomía en los equipos. Gracias a estas soluciones, las organizaciones pueden reducir costes de desarrollo, minimizar errores y mejorar la colaboración entre departamentos técnicos y no técnicos.
Además, el low code impulsa la eficiencia al liberar a los desarrolladores de tareas repetitivas, permitiéndoles centrarse en proyectos más complejos y estratégicos. También mejora el time-to-market de nuevas aplicaciones, lo que se traduce en una ventaja competitiva en entornos empresariales cada vez más dinámicos. En resumen, el desarrollo low code representa una oportunidad clave para las empresas que buscan agilidad, innovación y escalabilidad en sus soluciones tecnológicas.
La creciente demanda de soluciones digitales ha impulsado un cambio significativo en el desarrollo de software, y el enfoque low code se ha posicionado como una respuesta eficaz a esta necesidad. Según IDC, se requerirán mil millones de nuevas aplicaciones para 2028, un volumen imposible de cubrir únicamente con métodos tradicionales. A esto se suma un déficit global de talento tecnológico que podría generar un impacto económico de 5,5 billones de dólares hasta 2026. En este contexto, el desarrollo low code y no code ofrece a las empresas una alternativa ágil, accesible y escalable para mantener su competitividad.
El 89 % de los CIOs y profesionales de TI afirman que el uso de plataformas low code mejora significativamente la eficiencia, mientras que un 87 % destaca una mayor precisión en los datos gracias a soluciones personalizadas. Además, se estima que el 80 % de las organizaciones adoptará el low code como su plataforma principal para 2028. Herramientas como Microsoft Power Platform permiten crear aplicaciones robustas, seguras y alineadas con los estándares empresariales, sin necesidad de conocimientos avanzados en programación.
Con beneficios como la reducción del tiempo de desarrollo, el ahorro de costes y una mayor autonomía para los equipos no técnicos, el low code se convierte en un pilar estratégico para afrontar los retos actuales de digitalización.
En un entorno en constante evolución digital, el enfoque low code ha llegado para complementar —no sustituir— el trabajo de los desarrolladores expertos. Estos perfiles siguen siendo clave para construir soluciones avanzadas, optimizar arquitecturas complejas y garantizar la escalabilidad y seguridad de los sistemas. Sin embargo, el auge de plataformas low code y no code está abriendo nuevas puertas tanto para empresas como para estudiantes que desean iniciarse en el desarrollo de aplicaciones sin enfrentarse desde el inicio a barreras técnicas elevadas.
Hoy, herramientas como Microsoft Power Apps permiten a cualquier persona crear aplicaciones funcionales, automatizar procesos y resolver necesidades reales del negocio, todo ello sin necesidad de dominar múltiples lenguajes de programación. Para las organizaciones, esto representa una oportunidad para impulsar la innovación desde dentro, formar a sus equipos y responder con agilidad a las demandas del mercado. Para los estudiantes, supone una vía accesible para adquirir competencias digitales muy valoradas en el mundo laboral actual.
Formarse en entornos low code es una apuesta segura para quienes buscan crecer en el ámbito tecnológico, sin necesidad de comenzar por lo más complejo. Si te interesa dar el primer paso, puedes explorar formaciones específicas en Power Apps y desarrollo low code.
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